Tarzaán

Alejandro Villalobos

Crítica

La Escuela Casa del Artista Olga Espinach Fernández (ECA) del Museo de Arte Costarricense (MAC) se enorgullece en presentar: “Paisaje sin plástico: Modelo que no modela”, la más reciente exposición del artista costarricense Alejandro Villalobos (cc. Tarzán), Premio Nacional de Artes Visuales Francisco Amighetti 2018, quién, además, es cofundador del Taller de Grabado de la ECA.

Dentro del marco de la celebración del 45 aniversario del MAC y considerando la extraordinaria y feliz coincidencia de que el Taller de la Grabado de la ECA este 2023 esté celebrando su 15o aniversario, no vemos mejor oportunidad para presentar a la comunidad educativa y público general los trabajos más recientes de Villalobos, como punto de partida para esta importante celebración. Además de su habilidad en el grabado calcográfico, xilografía y linograbado, el artista también ha explorado con gran maestría otras técnicas, como la acuarela, la pintura acrílica y experimental sobre diferentes soportes, el dibujo a lápiz y otras métodos secos sobre papel, monotipias e incluso la escultura. En todas ellas, dejando ver su estilo único y su enorme pasión por el arte.

Villalobos se ha dedicado a crear piezas que reflejan la riqueza natural y social de Costa Rica, capturando la belleza de sus paisajes, la diversidad de su flora, su gente y costumbres sociales, sin embargo, siempre con una fina y acuciosa mirada crítica e incluso con algo de sarcasmo. Sus trabajos nunca son únicamente lo que representan, funcionan como un anzuelo o trampa, para que el espectador termine reflexionando además de sobre el arte, la técnica, la composición y la representación; sobre otros temas asociados, como el cambio climático, la creación, la vida y la muerte, las relaciones humanas, el dolor, el abuso, la introspección, la sexualidad, la empatía, el especismo, entre muchos otros. En la colección que nos presenta en esta oportunidad, Villalobos nos hace un llamado a la reflexión y posiblemente nos incite a la acción, recordándonos que todos debemos hacer nuestra parte para cuidar nuestro planeta y la sociedad que hemos creado.


Por Juan Carlos Herrera | Mayo 2023 | Coordinador de Producción e Investigación | Escuela Casa del Artista Olga Espinach Fernández

Durante los meses de mayo y junio del presente 2023, la muestra “Paisajes sin plástico; modelo que no modela” del reconocido artista nacional Alejandro Villalobos, estará siendo expuesta en la Galería Rafa Fernández de la Escuela Casa del Artista Olga Espinach Fernández.

Desde la coordinación de producción e investigación ha sido un honor trabajar para compartir la obra, no sólo de un artista con una amplísima y muy laureada carrera, sino además, reconocer el trabajo que como docente ha impulsado desde el taller de grabado. La mística de don Alejandro con sus estudiantes, así como impulso de la técnica de la estampa en sus distintas posibilidades, ha hecho que se reconozca el trabajo tanto dentro como fuera de la ECA.

Serán dos meses, pues, para disfrutar de cada uno de los trabajos que componen la exposición y de las distintas actividades complementarias que se desarrollarán paralelamente a ella.


Por Jorge Crespo | Mayo 2023 | Grabador

Muchos ya nos habíamos venido acostumbrando a las imágenes de Alejandro en bicicleta y recorriendo el país. Imágenes que, de paso, dejaban entrever la presencia de un paisaje que nunca pasaba desapercibido. Mucho menos para alguien que ha demostrado, a lo largo de los años, la suficiente sensibilidad y formación profesional como para captar lo extraordinario, seductor y único en su rutina. Sin duda alguna podría decir, sin temor a equivocarme, que esta exposición era inevitable, pues hay cosas que tarde o temprano se acumulan y germinan en el corazón de un artista. Ese corazón fértil en el que pueden cultivarse tanto la presencia seductora de una mujer o un paisaje. Y de eso se trata hoy, en esta muestra que nos ofrece Alejandro Villalobos. De los resultados de esa lenta maduración amorosa que cada cierto tiempo se abre y florece generosamente en el extraño milagro de un propuesta artística. Mujeres y paisajes. Me pregunto si sería pertinente hacer una separación tajante entre estos dos temas en el trabajo de Villalobos. En lo personal, no lo creo.

Pienso que lo razonable sería apoyarnos en una pasión ya bastante conocida por crear, amar y vivir. Y por hacer sentir su presencia con potente voz y trazos firmes hechos a base de cuchilladas, espátulas, rodillos y tintas. Admito, sin embargo, que no me deja de llamar la atención el fuerte contraste entre sus monotipias y xilografías. Contraste que pienso podría darnos una clara imágen de las fuerzas y sensiblidades que convergen en su arte. Fuerzas que se mueven entre una sutileza casi sublime y un golpe de mano directo y sin filtros. Me encanta ésta rica dimensión en el “artistear” de Alejandro Villalobos, pues me comunica la impresión de que se mueve en un territorio donde le rinde culto a una intensa fuerza contenida por el ejercicio intuitivo de la ternura. Paisajes, mujeres y Alejandro. Un triángulo amoroso que madura, avanza, se pierde, recorre, retrocede, abraza, ensaya, dibuja y, algunas veces, imprime para quedar como registro sismográfico del corazón y vida de un artista que nunca ha dejado de ser testigo de su propia existencia y del tiempo que le ha tocado vivir.


Por Rebeca Bolaños | Mayo 2023 | Poetisa

Lunares, bocas, narices. Y un cuerpo que ha de saber...a lo que sabe un cuerpo, una mujer: ¿Yo? Un corazón que muestra todo su alambrado completo, expuesto, vulnerable, poderoso; desplazado al lado derecho del tórax. Mi corazón, un mercader de espejismos que en sí mismo es un espejo. Un cuerpo desnudo, mi cuerpo. Cada línea un surco que hace crujir la madera. ¿Dónde están mis manos entonces? ...una apretando mi vientre, la otra secando mis ojos. Cuando me veo desnuda resalta esa leve hierba que me crece en el ombligo y que empieza a arder y se vuelve luminiscente, como si la palma de una mano arara ese piso entre mí y el sótano de mí misma.

Este cuerpo mío, desnudo, completo, expuesto, vulnerable, poderoso; que a falta de surcar la viga pone tinta en el papel. Yo aquí, abordo de mis más mínimas raíces, con el tronco lleno de los círculos que escriben los años, quisiera que me hicieran el amor así no más, como si un árbol me cayera encima. Madera grabada en madera.


Por Salomón Isaac Chaves Badilla | Mayo 2023 | Artista Visual Catedrático | Facultad de Artes - UCR

En esta serie gráfica Alejandro nos muestra el resultado de un proceso artístico complejo, donde estudia el paisaje natural en su entorno inmediato como recurso de proyección poética y sicológica. Su tratamiento connotativo de lo “natural” le permite explorar el paisaje como algo voluble y dinámico, consecuencia de la mirada humana y su interpretación en diversos contextos contemporáneos, que le nutren y transforman.

Cuerpos reales, paisaje interior: La serie de desnudos inicia en 2020 como una vía creativa al confinamiento obligatorio por la pandemia mundial del covid-19. Centra su atención en escuchar los testimonios de amigas y colegas, mujeres cercanas en edad madura, en cuanto a la percepción y maneras de aceptación de sus cuerpos a través del tiempo. Les propone de manera dirigida y remota “modelar” y crear auto retratos fotográficos en sus propios espacios o burbujas de confinamiento. En base a estos insumos Alejandro dibuja y ejecuta estas xilografías donde, volúmenes, gestos y proporciones naturales constituyen paisajes intimistas. La talla directa con sus texturas corporales y fondos, transmite una nostalgia atemporal y reflexiva, que nos recuerda a Lucian Freud y su franqueza gestual, producto del análisis amplio y sabio de la belleza humana.

Camino andado, paisaje vivido: La otra vertiente de esta muestra se centra en una serie de monotipias con tratamientos pictóricos. Son producto de un proceso más sinestésico donde la observación va de la mano al movimiento físico. Alejandro es deportista por pasión y decisión propia, y eso lo ha llevado por muchas rutas y caminos donde ha apreciado múltiples detalles de la geografía y paisajes nacionales.

Al igual que Turner buscó la esencia en el gesto y la mancha, Alejandro nos propone una mirada interesada en la memoria sensorial de paisajes que sintetiza en formas básicas. Estas impresiones configuran pequeñas narrativas de los significantes encontrados en la naturaleza palpada, caminada y vivida conscientemente. Reflejado en estas obras, donde podemos ver el cromatismo barroco de un bosque espeso, la danza rítmica de follajes y montañas, o la simpleza enigmática de un árbol que se convierte en personaje solitario que irradia humanidad.