Tarzaán

Alejandro Villalobos

Crítica

..."Ubicados en el contexto del arte nacional, paisajes como aquellos de paleta oscura y estilo casi informalista que se presentaron en las muestras "Al filo de la lluvia" y "Paisaje Herido", en los años 2008 y 2010 en Galería de Arte Once Doce, constituyeron una ruptura formal y conceptual con respecto a una de las convenciones más recurrentes en la pintura paisajística costarricense del siglo XX: con muy contadas excepciones, en nuestra pintura no llovía-m siquiera lloviznaba-desde que la representación del paisaje adquirió relevancia en nuestro país..."

Sin embargo, un paréntesis se ha abierto ahora en la pintura de Alejandro Villalobos.

Aproximadamente desde mediados de noviembre y hasta abril, las lluvias merman y el paisaje costarricense, en especial aquel de Guanacaste y de gran parte del Valle Central, se transforma. Con los cambios físicos (biológicos y atmosféricos) los colores permutan; la luminosidad es otra. Como parte de este cambio, una importante cantidad de árboles florece y algunos llegan a perder su follaje; con ello da inicio un nuevo ciclo de reproducción de especies nativas y exógenas como el poró-poró, el corteza amarilla, el vainillo, el caña fístula, el poró africano, el poró gigante, el poró blanco, el roble de sabana, el carao, el jacaranda, y el corteza negra.

Villalobos ha elegido este fenómeno como tema de su estado de excepción y ha volcado en él toda su experiencia técnica y compositiva. La paleta y los efectos lumínicos y texturales, regidos por el uso de esmaltes y diluyentes industriales, polvos metálicos, barniz de poliuretano y, en algunos casos asfalto, se han ajustado al cambio y un rico conglomerado de resultados pictóricos ha sobrevenido en esta nueva traducción del paisaje percibido al paisaje pintado.

Por otra parte, Villalobos nos comenta:

... "como en mis anteriores paisajes, no hay presencia humana, ni atisbo de ella, es una soledad contemplativa que no necesita Su intervención"...

Más habiéndose abierto un paréntesis, otro ha de cerrar el episodio, la pausa, la interrupción pasajera, la cual - señala el artista - ha sido producto de una intención irónica a la vez que estética: el propósito de poner límites a esta breve indulgencia cromática en el contexto de su obra es subrayar, de otra manera, la impostura de un clima y un paisaje históricamente idealizados.

María Alejandra Triana - Historiadora del Arte


..Desde hace 14 años vengo tratando el tema de los bosques y selvas tropicales, en las distintas técnicas que manejo. Hoy hice una pausa en la necesidad de hacer conciencia y me sorprendo a mí mismo: "Gran parte (sí no la totalidad) de mi propuesta artística y concretamente la pictórica, gira en torno a la imposibilidad mental-cultural de hacernos conscientes de nuestro entorno inmediato o dicho en otras palabras: esa enfermiza y ansiosa costumbre por desubicarnos temporal y espacialmente. En un país donde en condiciones normales (climatológicamente hablando) llueve 9 meses del año y 2 de esos meses son torrenciales aguaceros, cuesta entender que nos afinquemos mental y emocionalmente en un "verano sublime" de playas y calores, con arboles mágicos de coloridos oníricos, dando la espalda a una realidad demoledora: "cuando llueve todo se moja..." Por tal razón, quizás, quiero celebrar con este proyecto una oda a la evasión y el color...

Alejandro Villalobos